Asi se desprende del registro que realizó el Observatorio de la agrupación MuMaLa en todo el país sobre femicidios, trans y travesticidios.
El Observatorio MuMaLá «Mujeres, Disidencias, Derechos” dio a conocer el Registro Nacional de Femicidios, Femicidios Vinculados, Trans/Travesticidios y otras muertes violentas. El registro es sobre los femicidios ocurridos desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2022 en todo el territorio argentino.
Según informaron hubo 392 muertes violentas de mujeres, travestis y trans. 1 muerte violenta de mujeres, travestis y trans en Argentina cada 22 hs. A nivel nacional hubo 233 femicidios, femicidios vinculados y trans- travesticidios.
- 194 directos
- 9 Vinculados de niñas/mujeres
- 21 Vinculados de niños/varones
- 9 Trans/travesticidios
- 89 muertes violentas asociadas al género
- 425 intentos de femicidios
Por otro lado, el Observatorio destaca algunos datos que se desprenden de estas cifras.
- 266 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madre
- 0,9 femicidios cada 100.000 mujeres en Argentina
- 91 % de los femicidios lo cometieron personas del circulo de conocidos de la víctima: parejas o ex parejas, familiares y conocidos
- La edad promedio de las víctimas es de 39 años
- El 16,5 % de mujeres víctimas de femicidios había denunciado a su agresor previamente. El 54 % tenía orden de restricción de contacto o perimetral y sólo el 13,5 % además botón antipánico
- El 65 % de los femicidios se cometieron en la vivienda de la víctima o en la vivienda compartida
- El 6% de los femicidios lo cometieron personas de las fuerzas de seguridad
Desde la organización MuMaLa, cuestionaron la falta de repuesta a la tercera carta que dirigieron a la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina. «En ella planteamos la necesidad de la declaración de la Emergencia en Violencia de Género que permita determinar recursos precisos y especiales, así como evaluar su impacto».
Por otra parte, se refirieron a la feminización de la pobreza. «Genera nuestra preocupación ante el crecimiento de la feminización de la pobreza que nos impide la independencia económica, privándonos de una educación de calidad, de asistencia médica igualitaria y del acceso a los recursos básicos generando dependencia con nuestro agresor. Las barreras económicas, sociales, culturales y de acceso a la justicia son las causantes del empobrecimiento de nuestra calidad de vida, el Estado es responsable». Finalemnte, exigieron «políticas de calidad, integrales y territoriales que permitan el acceso a vidas dignas y libres de violencias».